Si tuviera que describir mi Erasmus en Malta en una palabra sería inolvidable. He aprendido muchísimo sobre transporte y logística porque he podido ver cómo funciona todo desde dentro de la empresa, además en un entorno internacional.
Aunque al principio me costó un poco adaptarme, ahora que el Erasmus está por acabar puedo decir que me llevo muy bien con todos en la oficina y que me han tratado genial y me han enseñado mucho, tanto profesionalmente como a nivel personal.
Fuera del trabajo, vivía con otros tres estudiantes españoles, así que en casa siempre hemos tenido buen rollo, nos hemos apoyado entre nosotros y hemos hecho muchos planes juntos.
Al principio todo era nuevo y un poco caótico, pero poco a poco he ido cogiendo el ritmo, y ahora me da hasta pena volver. Me quedo con todo lo aprendido, con la gente que he conocido y con lo bien que me lo he pasado. Recomendaría esta experiencia a cualquier alumno, porque sales de tu zona de confort y tienes que valerte por ti mismo en un país diferente, y en mi opinión vuelves siendo otra persona, más curtido y espabilado, y con recuerdos para toda la vida.
