Hamburgo (Alemania)
He pasado tres meses en Hamburgo, y es una experiencia que repetiría mil veces. No tenía expectativas, pero aun así me ha asombrado. La primera semana me hospedé en un hostal de St. Pauli, el famoso barrio alternativo de dicha ciudad. Desde la primera noche tuve la oportunidad de conocer el ambiente festivo de la zona y familiarizarme con el lugar; conocí un grupo de gente de diferentes países que, como yo, estaba en Hamburgo de paso, lo cual me abrió de lleno las puertas a conocer nuevas culturas. Los días siguientes me dediqué a dar paseos por la zona, a hablar con locales y conocer un poco como es la vida desde el punto de vista de la gente que vive ahí. Lo tuve muy fácil el proceso de integración, ya que el comportamiento social es extremadamente parecido al del País Vasco, incluso resultan más simpáticos los alemanes. Pasada la semana de estancia en el Hostal, me mudé al piso de alquiler, donde conocí a Christoph, un chaval austriaco que sería mi compañero de piso por los siguientes 3 meses. Es muy simpático y realmente ha sido muy sencilla la convivencia con él. Por otro lado, las prácticas han resultado ser muy cómodas y el ambiente laboral muy ameno. Al igual que nosotros, había otros estudiantes que habían ido ahí a hacer las prácticas, tanto locales como gente de otros países, por lo que en ningún momento nos sentimos solos en el sentimiento ya que había más gente en nuestra situación. Además, había un buen ambiente generalizado, y poco estricto en el aspecto laboral.
También he tenido la oportunidad de conocer más localidades aparte de Hamburgo, tales como Bremen, Lubeck y Berlín. A Bremen fui la primera vez porque se iba a celebrar la korrika ahí y quería conocer a gente de la comunidad euskalduna de la zona, lo cual resultó en una excelente experiencia y amistades que se mantendrán. A Berlín fui, pues porque hay que ir, y porque le hacía ilusión a mi amigo que vino a visitarme, fuimos a un club de techno por supuesto, y nos enrollamos con la peña, todos muy majos.
Ha sido una gran experiencia haber pasado estos tres meses en Hamburgo, he vuelto a Euskal Herria con pena por el cariño que le había cogido a la ciudad. Son muchos los momentos vividos y memorias que me traigo a casa y definitivamente, no soy la misma persona que era antes de ir. Haber estado lejos de mi zona de konfort me ha ayudado a conocerme mejor a mí mismo y a ver las cosas desde otro ángulo. En este momento siento que le he bajado revoluciones a mi vida y que se tomarme las cosas con más calma, quizá porque este último carácter sea algo típico en Alemania, quien sabe. En todo caso definitivamente ha generado un cambio positivo en mí.
Tengo por segurísimo que volveré, aunque sea de visita, tengo muchos motivos para ello, amistades principalmente. Estoy muy agradecido con todas las personas y factores que han hecho posible esto. Eskerrikasko bihotz bihotzez!