Hamburgo (Alemania)

Incertidumbre, temor, emoción, intriga, valentía… estas son algunas de las emociones que me invadieron al embarcarme hacia mi destino, Hamburgo, Alemania. Me encontré ante una experiencia novedosa, en un lugar completamente distinto a todo lo que había conocido hasta entonces. El cambio y el choque cultural han sido factores cruciales en mi evolución personal, fomentando mi independencia y autonomía. 

Ha sido, sin duda, una experiencia única, de la que se aprende enormemente, no solo en lo académico o profesional, sino en un sentido más profundo y personal. Descubrir que podemos soportar y aprender estando tan lejos y “solos”, es un camino hacia el crecimiento personal.

Participar en el programa Erasmus no es para cualquiera; requiere audacia y una curiosidad innata por entender el porqué de las cosas, la capacidad de tomar riesgos y manejar los altibajos emocionales que implica esta montaña rusa. 

Además, se necesita una sed insaciable de descubrimiento, la habilidad para adaptarse y apreciar la belleza en lo desconocido. Valorando cada segundo, cada encuentro, cada lugar… no solo tendrás la oportunidad de crecer como ser humano, sino que vivirás, experimentarás y conocerás a personas y situaciones únicas, llevando contigo estas memorias por el resto de tu vida. Erasmus es precisamente eso, una experiencia transformadora, cuyos efectos resuenan a lo largo de toda una vida.